Conservadurismo II
La revolución conservadora y el neoconservadurismo (Conservadurismo II) son otras dos ramas de las cinco que se identifican dentro de la ideología conservadora que surge a raíz de la Revolución Francesa. Como se puede apreciar, las ramas que derivan del conservadurismo originario varían entre ellas y entre el conservadurismo más genuino, aunque ostentan todas unas relación entre los valores tradicionales por antonomasia y los que progresivamente ya, también lo son.
![French Revolution Barricade of Faubourg St Antoine French Revolution Barricade of Faubourg St Antoine](https://illiberaldemocracy.es/wp-content/uploads/2023/04/1-Barricada-de-la-Revolucion-Francesa-de-Faubourg-St-Antoine-1.jpg)
Barricada en la Revolución francesa
En lo concerniente a la revolución conservadora, puede parecer un oxímoron la idea de revolución y conservadurismo, pues como bien es sabido los conservadores rechazan la idea de revolución y se aferran a la tradición. Pero esto irá cambiando poco a poco con el paso del tiempo. La revolución conservadora se da en la Alemania de entreguerras, en la República de Weimar. Es un contexto donde la ideología se intenta sobreponer a la idea de decadencia del país. Existe la percepción de que volver al antiguo régimen previo a la Revolución Francesa ya no es posible, pues la ideología liberal ya estaba más que asentada en Europa. Lo que se pretenderá será traer los valores tradicionales a la actualidad, pero con medios y técnicas modernas, tales como virtudes de virilidad, bélicas, maquinismo dentro de la sociedad, etc. También la revolución era percibida como un medio moderno o el dominio de la técnica.
Es necesario señalar que el fascismo se nutre de esta ideología revolucionaria y conservadora. Aquí tenemos a autores como Thomas Mann o Carl Schmitt. Aunque la diferencia estriba en que el fascismo era un movimiento de masas, mientras que los revolucionarios conservadores eran aristócratas que rechazaban los movimientos de masas. Se les considerará como proto fascistas. De aquí, surgirá el nazismo. Para ellos, los valores liberales solo llevará a la degeneración de la sociedad, así pues, ellos se definirán como realistas que aceptan el conflicto de los individuos donde hay una lucha por la supervivencia dentro de una jerarquía natural. Existen un darwinismo social de cara al interior y exterior de las fronteras.
![Coup of 18 Brumaire, French History Golpe de estado Brumario](https://illiberaldemocracy.es/wp-content/uploads/2023/04/2-Golpe-de-estado-18-de-Brumario-1.jpg)
Golpe de estado Brumario
También defienden lo emocional, lo sentimental, lo irracional frente al racionalismo liberal, y sobre todo la nación frente al individuo. Es la nación la única fuerza revolucionaria y la que se identificará con la ciudadanía. Una nación, en este caso alemana, que se encontraba en declive y decadencia después de la Primera Guerra Mundial.
Es importante señalar, que autores que son importantes en el paso del fascismo clásico al neofascismo o incluso post fascismo también proceden de la ideología revolucionaria conservadora, como son autores de la Nueva Derecha, Alain de Benoist y Guillaume Faye. Su diagnóstico es el mismo.
El neoconservadurismo, sin embargo, supone una vuelta de hoja en la tradición conservadora, aún más que en los revolucionarios conservadores. Los “neocon” son los que están detrás de las guerras del golfo, de Afganistán e Irak, por ejemplo, en su afán de expandir la democracia después de los ataques del 11 de septiembre de 2001 a las Torres Gemelas en New York.
Aquí, la tradición ya queda en un plano más alejado que en la revolución conservadora. Pues de lo que se trata es de aplicar una ingeniería social en el país en cuestión. Surge en los años 60 en New York, donde se percibe que hay un ataque al neoliberalismo imperante de después de la II Guerra Mundial, en occidente. Lo conservador ya era defender el libre mercado. La gran diferencia estriba en política exterior y en la idea de cambio de régimen. Cambiar el régimen político de un país determinado, en concreto, en un régimen democrático-liberal, sin atender a la tradición cultural del país al que se dirige.
Toma aún un mayor calado cuando cae la URSS. Se piensa que la política musculosa de Reagan es la responsable de la desintegración soviética y, por tanto, es EEUU el actor que tiene el deber moral de extender la democracia por el mundo. No existe un relativismo moral para esta ideología. Tienen un carácter dogmático fuerte. La idea de cambio de régimen se toma del autor Leo Strauss, que a su vez lo toma de Platón y de la República como régimen ideal. Conservadurismo II
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