El fundamentalismo estadounidense

por | IDEOLOGÍAS

El fundamentalismo estadounidense es una cosmovisión política de la nación estadounidense en contra de la perversión de los valores europeos modernistas del siglo XIX.

Bandera EEUU con crucifijo

Bandera EEUU con crucifijo

Estados Unidos, primera potencia económica mundial, abanderados de la democracia liberal en el mundo y protectores del libre mercado internacional. Estados Unidos, una nación e independizada del Reino Unido, y por tanto nación hija de la tradición liberal inglesa. Pero, existe una derivación conservadora política y religiosa cuyos valores supremos no pueden entenderse sin el protestantismo. Una derivación que pretende proteger los principios de la construcción de la nación americana de 1776. Hablamos del fundamentalismo estadounidense. Es decir, los valores liberales (comercio, división de poderes, imperio de la ley, propiedad privada, etc.) y los valores religiosos. Dicho de otro modo, los valores políticos religiosos estadounidenses que por allá por el siglo XVI, XVII fueron progresistas, y que se han ido fosilizando en un conservadorismo norteamericano, blanco y de derechas. Encarnado a día de hoy por una facción mayoritaria del partido republicano.

Aunque parezca un oxímoron -por su tradición liberal-, los Estados Unidos son uno de los países donde más ciudadanos religiosos hay, en términos culturales, prácticos. Y es que desde su fundación en 1776 con la declaración de independencia americana, existe un misticismo en torno a la conformación y destino de la nación. Véase, por ejemplo, la doctrina del destino manifiesto. Una doctrina por la cual EEUU estaba predestinada a expandirse desde el Este hacia el Oeste de Norteamérica, en virtud de un protestantismo puritano que también debía ser propagado. Detrás de la Guerra contra México en 1846 estaría tal ideario, entre otras premisas.

Manifestación del KKK, 1920

Manifestación del KKK, 1920

Y es que, por mucho que se aluda al liberalismo como una doctrina que rompe con el Estado absolutista en Inglaterra y Francia -por antonomasia- y por tanto una ideología que promueve la libertad y la protección del individuo y de su conciencia, la verdad es que en el origen del liberalismo tenemos al protestantismo. Pues de lo que se trata es de interpretar la religión cristiana de forma individual mediante la propia fe de cada individuo. No es necesario que ninguna Iglesia ni Papa indique las doctrinas convencionales. Como dijo Marx en una célebre frase: “Lutero hizo a todos los curas laicos para hacer a todos los laicos curas”. Y es esta tradición la que emana y migra desde Inglaterra hasta lo que hoy son los Estados Unidos.

Uno de los grandes núcleos del fundamentalismo norteamericano es su rechazo al darwinismo y por tanto al modernismo europeo. El darwinismo atentaba contra los valores cristianos. Pues propugnaba que el ser humano se había desarrollado evolutivamente del simio y no en base a la génesis bíblica. A su vez el darwinismo en materia de las ciencias naturales se traslada a la esfera social, denominándose darwinismo social. Es decir, si el ser humano se ha ido desarrollando evolutivamente a través de la selección natural del más fuerte, en las naciones creadas e integradas por individuos humanos también sobrevivirá y se desarrollará la más fuerte, pereciendo las demás. Esta deriva violenta nacionalista está detrás del imperialismo europeo y de la Primera Guerra Mundial. Una degradación europea que no veía con buenos ojos el conservadurismo fundamentalista norteamericano en tanto en cuanto no se tenían en cuenta los valores tradicionales del cristianismo protestante, que además había de vérselas con una creciente corriente marxista. Exacto, un marxismo originariamente ateo. Por tanto, si queremos entender bien tal corriente, hemos de pensar en una sociedad con unos profundos valores puritanos protestantes. Y los valores modernistas europeos suponían el diablo encarnado.

Manifestación a favor de la Shariah

Asalto al Capitolio, partidarios de Trump

El término fundamentalismo proviene de una serie de obras protestante-conservadoras en torno a 1915 en el seno de la Primera Guerra Mundial, editadas por Lyman Stewart, denominadas Los Fundamentales. Exactamente, de lo que se habla es de los principios fundamentales político religiosos e individualistas que han de regir la política y la sociedad estadounidense. Justo unos años antes de la Revolución Rusa y de la fobia política que existía al comunismo. Y es el precedente de a lo que a día de hoy denominamos “La Derecha Cristiana” norteamericana. Una américa (Norteamérica), protestante, capitalista y blanca.  El hecho de la denominación “fundamentalista” no es detalle de poca relevancia. Pues también, como ya hemos mencionado en otros artículos, existen otros tipos de fundamentalismos, como por ejemplo, el fundamentalismo islámico.

Y es que, esta doctrina teológico política, por mucho que siembre sus bases en las raíces de la Declaración de Independencia, lo cierto es que poco tiene de liberal, pues sus reivindicaciones bien podrían parecerse más a un totalitarismo, que a cualquiera de los principios promulgados por los Padres Fundadores.