El Islam como ideología
El islam se piensa como ideología política y se conceptualiza en el islamismo. Una ideología que repiensa, aglutina y unifica un pensamiento histórico basado en el islam, surgido como consecuencia de la occidentalización, y del fracaso de los socialismos y nacionalismos árabes.
Símbolo del islam en mezquita
El islamismo contemporáneo surge como una ideología política aglutinadora y alternativa basada en la legitimación de un poder divino musulmán. Esta corriente, el islam como ideología, surge por oposición a otros regímenes políticos que intentaron limitar el marco de actuación del islam en el marco de la vida pública y política de sus respectivas comunidades. Pero el islamismo imperante a día de hoy, procede de una larga tradición de corrientes históricas divergentes pero con puntos en común. Tal elenco de doctrinas basadas en el islam pasado, han supuesto una fuente ideológica para la configuración del islamismo nacido en el siglo XX con los Hermanos Musulmanes. Pues de esta organización saldrá el pensamiento que nutrirá a Al-Qaeda en la década de los 80.
Y es que cuando hablamos de islamismos debemos pensar en la selección de ciertos valores puros para la correcta configuración moral y política de las comunidades árabes musulmanas. Unas comunidades que, entiende el islam, han sufrido grandes desequilibrios y distorsiones debido al fracaso de otras doctrinas que no han hecho, sino que implantar una filosofía política diferente a la que históricamente le corresponde al pueblo musulmán. No es de extrañar, que al finalizar la Guerra Fría y la pugna entre el capitalismo occidental y el comunismo, resurgiera un islamismo como yihad (esfuerzo máximo) en forma de un máximo esfuerzo por la implantación de un sistema político transnacional.
El jariyismo es la primera fuente del pensamiento islamista nacida en torno al siglo VII. La primera de las sectas del islam que revindicaban una propia corriente de pensamiento religioso basado en una teología política absoluta islámica. Es decir, Dios como poder supremo. Esta corriente todavía sigue activa pero de forma marginal en algunos enclaves árabes. Aunque diste mucho del islamismo actual, con el jariyismo tenemos una de la primeras fuentes radicales de inspiración. El jariyismo surge tras la muerte del profeta Mahoma en el año 632. Los chiíes se decantaron por la divinización del primo de Mahoma, Alí. Los suníes lo hicieron en base a Abu-Bakr, el suegro de Mahoma. Mientras que los jarayíes reclamaban una ortodoxia propia. Apoyaban a la rama chií, en principio, pero pensaban que cualquier individuo podía ser califa.
El Corán
Aunque para comprender mejor la realidad islamista actual, debemos centrarnos en otras dos corrientes igualmente inspiradoras. Son el wahhabismo y el salafismo. El Imperio Otomano ha de ser tenido en cuenta para entender gran parte de la historia tanto de Europa del Este como del Medio Oriente. Y es que, este gran imperio data aproximadamente de finales del siglo XIII, una vez se empieza a desintegrar el Imperio Mongol. Y es, cuando surge el wahhabismo, una vez el Imperio Otomano empieza su decadencia en el siglo XVIII. Terminando por perecer después de la Primera Guerra Mundial y quedando Turquía como principal nación relegada del imperio. El salafismo sin embargo, surge poco después, y lo hace contra la occidentalización y su imperialismo capitalista del siglo XIX.
El wahhabismo fue fundado por Muhammad ben ‘ Abd al-Wahhab y pretendía una renovación político-religiosa basada en los orígenes del islam. Nace en torno al 1744 para combatir a las sectas musulmanas no suníes en la península arábiga, en una alianza con el emir Muhammad Ibn Saud. Es por ello, que el sunismo tenga especial propagación por el Arabia Saudí a día de hoy.
El salafismo, como se ha mencionado, surge en torno al siglo XIX por oposición al imperialismo europeo. Salaf significa ancestro. Y fue fundado por el persa Yamaleddin al-Afgani. Proponen un nuevo racionalismo islamista, pues como el movimiento se configura por oposición a occidente, deben proponer un nuevo rumbo teológico del islam. Adaptarse a los nuevos cambios políticos y sociales. Pretenden reinterpretar la tradición y modernizarse. El salafismo será la corriente que inspire a la organización islamista Hermanos Musulmanes, surgida en Egipto en la década de los 20 del XX, de especial relevancia para entender el islam como ideología.
Manifestación a favor de la Shariah
En 1928 surge la organización islamista más importante del siglo XX, la que nutre ideológicamente a Al-Qaeda. La que estuvo detrás de los atentados del 11-S. Hablamos de los Hermanos Musulmanes, organización fundada por Hassan el-Banna, nacido en Alejandría, Egipto. Y es que, Egipto fue también una colonia británica, y por tanto, sufrió los estragos del imperialismo europeo. Fue en Egipto, concretamente en El Cairo, donde surgió una corriente de frustración y de rechazo a los valores europeos, en el siglo XX. Una frustración que ya venía de largo históricamente, tras diferencias culturales y religiosas. Los Hermanos Musulmanes obtienen un apoyo máximo con la cuestión palestina, una vez se fue instaurando el Estado de Israel después de la Segunda Guerra Mundial. Efectivamente, Palestina, colonia británica. También, son reprimidos por el nacionalismo árabe de Nasser. Pues los Hermanos Musulmanes buscaban otro tipo de régimen político para Egipto y la comunidad árabe. Recordemos, que su principal ideólogo es Sayyid Qutb. ¿Pero cuál es esa doctrina filosófica que promueve el islamismo y sus ideólogos? Veamos.
Aquí de lo que se trata es de reinterpretar el pasado. No de recuperar aquella ideología islamista pasada y olvidada, de rescatarla de tiempos glorioso. Se trata de aglutinar y reinventar el elenco de corrientes tradicionales. Hassan al-Banna, fundador de los Hermanos Musulmanes, y Abul Alá al-Maududi (el otro autor de referencia del islamismo, ideólogo pakistaní que se opuso a las particiones entre la India y Pakistán, y después entre Pakistán y Bangladesh, el cual preconizaba la separación de las esferas entre lo político y lo religioso) son los precursores de la base común del islamismo. Estos principios básicos son: el Corán y la sunna, como principios básicos de enseñanza; la Chari ‘a, es la codificación del Corán y la sunna; la Umma, es la comunidad islámica que pretende lograr la hakimiya, que es la soberanía de Dios. Además es necesario señalar que existe una desviación de la ley islámica debido del capitalismo y del comunismo, los cuales son valores extranjeros. Surge pues, la necesidad de una instauración de los valores musulmanes.
Tras la configuración de los Estados nacionales europeos, les llegaba el turno a los países -en este caso- árabes, que habían estado bajo el yugo del imperialismo europeo. Después de las descolonizaciones y el acceso a la independencia de los países árabes, surge la necesidad de defender la Umma, la comunidad de musulmanes que estaba desperdigada en diferentes Estados del mundo árabe. Existen por tanto diferentes movimientos y estrategias. Por ejemplo, los Hermanos Musulmanes estaban presentes y actuaban en diferentes países. Sin embargo, sí se organizaban bajo el principio de solidaridad. Un principio que fue el motivo de la movilización de combatientes en la guerra de Afganistán de 1979, durante el intento de invasión soviética. Guerra de especial relevancia para entender el fundamentalismo islámico del siglo XXI. Es decir, el islam como ideología, en su vertiente fundamentalista.
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