El movimiento leonesista – Parte 1
Durante la Transición española existió un importante debate acerca del encaje de la Región Leonesa en el mapa autonómico español, en el marco del movimiento leonesista, finalmente se optó por integrarla con Castilla y crear “Castilla y León” como autonomía.
Escudo de la provincia de León
Se trató de un debate muy intenso que suscitó numerosas movilizaciones, cuarenta años después es un debate que sigue muy vivo y que está presente en la sociedad leonesa. En la presente investigación se pone el foco sobre cómo se produce el acceso de las provincias de León, Zamora y Salamanca a su actual autonomía, así como en los movimientos de carácter leonesista y la influencia que tuvieron durante la Transición.
En diciembre de 2019, el Ayuntamiento de León aprobó una moción a favor de la salida de León de su Comunidad Autónoma, reavivando el movimiento leonesista de esta forma, un debate que ya se vivió intensamente durante la transición española. Ayuntamientos que representan a más del 50% de la población de la provincia de León, han manifestado en los últimos cuatro años a través de mociones su voluntad de salir de la Comunidad Autónoma de Castilla y León, apostando por la creación de una nueva autonomía para la Región Leonesa.
Durante la configuración del Estado de las autonomías existió el debate sobre si la Región Leonesa, compuesta por León, Zamora y Salamanca, debía ser una Comunidad Autónoma más, o si se les debía de incorporar a Castilla, creando la autonomía de Castilla y León. Este debate está en la actualidad sobre la mesa pues el leonesismo se encuentra en buenos momentos electorales, y las mociones a favor de la salida de León de la autonomía están siendo apoyadas por concejales de partidos de ámbito estatal incluso. Nuestro sistema político, generó un mapa autonómico con el que décadas después hay una relevante falta de identificación en territorios como el leonés. Este artículo científico aborda el proceso de adhesión de la Región Leonesa a la autonomía de Castilla y León, así como también examina el movimiento leonesista y sus vías de organización.
En este artículo se mencionarán personas como Rodolfo Martín Villa y Luis Mariano Santos, quienes fueron entrevistados con el propósito de elaborar este texto.
Desde la perspectiva de la Geografía, una región es un conjunto de territorios que tienen características similares que las diferencian de otros territorios. Si acudimos a un diccionario especializado, región es: porción de espacio o territorio que desde algún criterio -rasgos naturales, organización y ordenación territorial, problemática dominante- constituye un conjunto con cierta unidad o individualidad geográfica, con una posición relativa a un centro o lugar definido y que le distingue del espacio vecino.
En el transcurso del siglo XIX, se desarrollaron teorías en Alemania que dieron lugar al surgimiento de los regionalismos, los cuales desempeñaron un papel significativo en la configuración de la Europa contemporánea. En nuestro país los regionalismos acabaron siendo en algunos casos un germen de los conocidos como nacionalismos periféricos, algo que también ha sucedido en el resto del Continente.
Como señalan algunos expertos en la materia los regionalismos y los nacionalismos de carácter minoritario tienen 3 características en común:
- – Defienden la identidad propia de su territorio.
- – La confrontación de los intereses del centro frente a los de la periferia.
- – El surgimiento de movimientos o partidos que reivindiquen dicho territorio.
Es conveniente diferenciar a los nacionalismos de los regionalismos, aunque puedan contar con algunos nexos comunes como los anteriormente mencionados, en otros aspectos se encuentran muy alejados. Es necesario tener en consideración que los movimientos regionalistas centran sus aspiraciones en la descentralización del Estado, sin llegar a solicitar la autodeterminación o la creación de un nuevo Estado, en definitiva. Por el contrario, los movimientos nacionalistas, sí hablan del derecho a la autodeterminación y hablan de sí como un sujeto político y administrativo con el derecho a ejercerlo. Por otro lado, es cierto que los regionalismos reivindican una identidad propia, pero la intensidad de esa identidad que reivindica no es en un grado similar al que reivindican los movimientos nacionalistas. Los movimientos nacionalistas tienden a crear un relato exagerado y alejado de la realidad para reivindicar su identidad propia, muy alejada y diferenciada del resto.
Con el inicio de la Transición española se puede comprobar cómo comienzan a surgir multitud de partidos de carácter regionalista. El mapa autonómico que nos deja la transición en muchas ocasiones coincide con el de las regiones históricas, pero no únicamente, pues se crearon autonomías uniprovinciales que históricamente habían pertenecido a otra región. El erigirse en Comunidad Autónoma para las Regiones, se planteó como un derecho, no como una obligación, pero acabó siendo ejercido por todos los territorios del país. En la transición, los movimientos regionalistas fueron herramientas de presión para lograr la autonomía de un territorio, persistiendo después de la creación del mapa autonómico. Durante períodos de debilidad del nacionalismo español, el regionalismo surgía como una forma de presionar por mayor autonomía o denunciar agravios. Históricamente, estos movimientos surgían en momentos de crisis para no quedarse rezagados.
En España, el regionalismo tuvo momentos destacados durante la II República y en los años previos, como la aprobación de la Mancomunidad de Diputaciones de Cataluña. Durante la transición, Rodolfo Martín Villa abogaba por dar mayor peso a las diputaciones provinciales en lugar de las delegaciones autonómicas. En la II República se aprobaron estatutos de autonomía en territorios como Cataluña, País Vasco y Galicia.
Después de la muerte de Franco en 1976, surgió un grupo regionalista en las Cortes franquistas que defendía estas reivindicaciones sin atentar contra la unidad del Estado. Esto marcó el inicio de un notable auge de los movimientos regionalistas, que presionaron por las pretensiones autonomistas y desempeñaron un papel clave en la configuración del actual mapa autonómico. A pesar de los esfuerzos, en algunos territorios como León, la presión social no logró alcanzar los resultados deseados, un aspecto que será analizado detenidamente en esta investigación.
–Castro Ruiz, J. A. (2023). El movimiento leonesista desde el proceso autonómico
hasta la actualidad. Política y Gobernanza. Revista de Investigaciones
y Análisis Político, 7: 67-93. http://dx.doi.org/10.30827/polygob.i7.26056
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