La Utopía no es una ideología propiamente dicha, sino la búsqueda incesante de un mundo mejor ante otro corrupto e indeseable, donde la mayoría de ellas han adoptado formas comunistas en contra de los supuestos resultados catastróficos del comercio.

Especies entrando al Arca de Noé

Especies entrando al Arca de Noé

Como hemos explicado en el artículo concerniente a la utopía, la concepción de un mundo mejor es relativa. Pueden existir concepciones las cuales pueden resultar indeseables para unos y deseables o incluso aceptables para otros. Es un hecho subjetivo y existencial el que se crea que la sociedad está corrupta y debe cambiar radicalmente. Además, el término utopía es un concepto que se ha convertido peyorativo. Suele aludirse a que es algo inalcanzable y poco realista. Sería pues un ideal inalcanzable por mucho que alguien suscriba tales pretensiones. Sin embargo, aquellos defensores de la utopía posible y perfectamente realizable, tendrán dos opciones de pensamiento: o bien que su concepción política no es una utopía sino que es una posibilidad real de cambio; o bien aceptan su concepción utópica pero a su vez no creen que tal adjetivación como utopía conlleve la imposibilidad de implantación. Es decir, ambigüedad y subjetividad, como ya hemos aludido en otras ocasiones.

¿Pero cómo y cuándo surge la utopía?

El autor más representativo es Thomas More, quien escribe Utopia en el siglo XVI como escrito literario a modo de crítica de la sociedad inglesa y del creciente capitalismo de la época. Es una crítica principalmente a la propiedad privada. Por lo que More describe su concepción de sociedad ideal en una forma radicalmente contraria. Una isla llamada Utopia donde se implanta un comunismo autoritario regido por un príncipe denominado Utopus.

Expulsión del Edén de Adán y Eva

Expulsión del Edén de Adán y Eva

Pero para descubrir la génesis de la utopía debemos irnos más hacia atrás en el tiempo. La fábula del huerto del Edén y la historia del diluvio universal representan el origen de la evolución histórica de la utopía en el marco del pensamiento occidental. El Edén donde vivía Adán y Eva representa el origen del pensamiento ideal utópico por excelencia. El Edén contrasta radicalmente con las sociedades surgidas posteriormente. Allí los seres humanos disfrutaban de opulencia material sin esfuerzo derivado del trabajo y además no existía conflicto entre ellos. Las enfermedades no existían, y el sufrimiento y las desgracias brillaban por su ausencia. El mundo estaba pues, regido por Dios. Era quien ostentaba el conocimiento del mundo. Un conocimiento que además estaba representado en un árbol de la ciencia de cuyas frutas comieron Adán y Eva. Así pasó la humanidad a convertirse en receptora del conocimiento y por tanto de signataria de su propio destino. Los humanos se convertían en seres morales capaces de regir el Bien y el Mal. En seres que ganaron su propia libertad. Posteriormente Caín asesinó a Abel, hijos ambos de Adán y Eva. Caín fue expulsado del cielo y se instauró en la Tierra, haciéndolo con él, el Mal.

Esta instauración y propagación del Mal en la Tierra a manos de Caín, se produjo al fundar éste la primera ciudad. Sería, digamos, el primer origen de una sociedad instaurada en la Tierra (según la génesis Bíblica) bajo la premisa del Mal y de la corrupción cainita. Aquí es donde se desarrolla el pesimismo antropológico. Donde los seres humanos se guían por la avaricia, por el poder, por la competencia, la guerra, etcétera. Lo que se apunta bajo estas premisas es que una vez los humanos dispusieron libremente de su sed de conocimiento, éste fue utilizado para imponerse como instrumento de poder sobre los demás. Aquí bajo la concepción del Bien y el Mal, es realizada a través de los costes-beneficios. Donde el Bien y el Mal es una disyuntiva, claro. Lo que para mí puede ser un bien para otros puede traducirse en un mal, y es a través del conocimiento, la ciencia y el pesimismo antropológico como el Bien es utilizado a costa del Mal.

Es ahora cuando entra en acción la fábula del Arca de Noé. La raza cainita debía de ser extinguida. También a modo de castigo. Noé representa al único ser humano justo y bueno al que Dios quiere salvar junto a sus hijos. Por tanto, es el encargado de dar continuación a la raza humana y a los animales. Los demás serían ahogados por Dios.

Asistimos al primer relato de la revolución y la regeneración de una sociedad corrupta del que beberá la historia de la utopía y del pensamiento político revolucionario que buscará un mundo social y político ideal en contra de los fatales desenlaces sociales producidos por el comercio. Así, la mayoría de las utopías -aunque no todas-, al menos al principio, toman formas comunistas en contra de un régimen político y económico establecido, como pueden ser la República de Platón o el origen del Cristianismo Primitivo. La utopía es ante todo una crítica social y política, que podrá adoptar diferentes formas dependiendo del contexto histórico en el que surja.

 

 

 

Fuentes:

  • Breve historia de la utopía. Rafael Herrera Guillén