El progresismo, el conservadurismo y el liberalismo
Cuando nos atenemos a las características del progresismo, conservadurismo o liberalismo hay que pensar en la vertiente cultural de la política, sobre todo. Aunque la economía y la política también son conceptos culturales.
A bajo el progreso!
No son pocas las ocasiones que escuchamos en los políticos las acepciones y alusiones al progresismo o al conservadurismo. Quizás el liberalismo quede rezagado al campo económico más que al plano cultural (hoy en día, claro). En cualquier caso, lo que debemos tener en cuenta para poder esclarecer que significan estos conceptos, es que tanto la cultura, la política y la economía están interconectadas e interrelacionadas entre sí de forma bidireccional. Mientras que la sociedad quedaría como una mera espectadora de todos los procesos donde redunda el resultado del juego entre los otros tres actores (factores).
A día de hoy, al progresismo se le pone la etiqueta de izquierdas. Al conservadurismo de derechas, y ¿al liberalismo de centro? No. En este caso no es tan simple. Pues el (neo) liberalismo hoy por hoy, también es conservador. El liberalismo está relacionado -aunque de forma incorrecta- con las revoluciones burguesas inglesa y francesa. Son más que unas meras revoluciones de la burguesía. Por tanto, aunque tenga más acepciones -de corte moral, o política- se atribuye más a un liberalismo económico que ya desde después de la Primera Guerra Mundial se conoce -paulatinamente- como neoliberalismo. El problema es que los límites entre cuáles son los valores a conservar y cuáles son los nuevos valores, no están claros. Al menos en términos temporales, aunque también geográficos. Por ejemplo, la economía de mercado está tan afianzada a día de hoy que el hecho de defender la propiedad privada y el libre comercio, ya son características conservadoras. Sin embargo, defender el comunismo en la década de los 80 en la URSS era un síntoma claramente conservador. Pero hacerlo justo después de la Primera Guerra Mundial después de la Revolución rusa, era algo progresista.
Periódico Le Progrés
Para entender la diferencia entre progresismo, conservadurismo y liberalismo necesitamos ser flexibles y ambiguos. Pero veamos unos consejos que nos ayudarán al respecto. El progresismo quiere progresar siempre (o hasta que haya alcanzado su máxima como en el caso de la URSS) pero en términos positivos, es decir, promoviendo una serie de políticas desde el Estado. El conservadurismo siempre quiere conservar, el problema es que el conservadurismo se ve forzado en muchas ocasiones al cambio, pero se resiste al cambio y quiere conservar los valores más tradicionales. El liberalismo quiere ser libre en términos negativos, es decir, al contrario que en el progresismo, quiere que no haya intervención del Estado de ningún tipo. Si el liberalismo progresa lo hará siempre desde una perspectiva de la libertad del individuo sin ningún tipo de intromisión.
Pero a su vez, hemos también de tener en cuenta el plano cultural, que es al fin y al cabo a lo que nos referimos cuando hablamos de progresismo, conservadurismo y liberalismo (éste solo en el plano cultural). De momento vamos a aceptar una economía de mercado con constituciones socialdemócratas (como es el caso de todos y cada uno de los países europeos), para entender bien los ejemplos. Progresismo como progreso cultural de unos valores que han de ser reformados, renovados e innovados. Por ejemplo, en contra de las religiones monoteístas (cristianismo, judaísmo, e islam) y en favor de un ateísmo. El conservadurismo querrá conservar los valores más tradicionales dentro de una sociedad y por tanto, en el caso de España, pugnará por los valores cristianos, además de un nacionalismo español bien afianzado (por lo menos el que se afianzó con la dictadura franquista). El liberalismo dirá que cada uno haga lo que le plazca. Sin la intromisión del Estado, lo suyo es que cada individuo busque su propio bienestar y concepción nacional y religiosa. Pero sólo es la teoría. En realidad el liberalismo sintió la necesidad de crear una nación cuando rompió con el Estado absoluto de la Revolución francesa.
Ahora bien, ¿no es Vox un partido ultraconservador que fue una escisión del Partido Popular, los cuales a su vez tienen una rama conservadora y otra liberal dentro de sus partidos? Esto es porque el Partido Popular, a modo de ejemplo, es liberal y conservador. Es un partido que se formó con raíces conservadoras. Raíces de valores cristianos. Pero es que a su vez, la economía de mercado en España se enraizaba con los valores cristianos. Mientras que al comunismo, al socialismo, al republicanismo, etcétera. se le atribuía el ateísmo. Aquí en España, el (neo) liberalismo económico no se puede entender en su génesis sin la religión católica y sin el nacionalismo español. Por eso Vox y el PP son a su vez liberales y conservadores en el sentido económico, pero sin embargo discrepan en el ámbito cultural y la realización personal, siendo Vox superlativamente más conservador que el PP en este aspecto.
Por ello, las diferencias entre el progresismo, el conservadurismo y el liberalismo son unas efímeras, flexibles, ambiguas, espaciales, temporales, y a su vez contradictorias. Hemos de tener en cuenta la cultura, la política y la economía para desentrañar a qué nos referimos cuando hablamos de estos valores. Pero al fin y al cabo, hablamos de valores. Unos que están influenciados por numerosos factores y que a su vez son cambiantes.
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