La izquierda venezolana
El surgimiento y el desarrollo de la izquierda venezolana se ha producido respecto de las coyunturas internacionales que afectaban económica y políticamente al país. Y siempre -como en la mayoría de los casos- como una reacción a las desigualdades e inestabilidades acaecidas en Venezuela.
Rómulo Betancourt
De sobra es sabido que la región del sur y centro américa ha estado a la suerte, primero de los europeos y después de sus poderosos vecinos del norte. Pero, después de la Segunda Guerra Mundial, un acontecimiento hizo que latinoamérica se convirtiera en un campo de batalla ideológico. Hablamos de la Guerra Fría. Unas luchas de poder trasladadas a aquellos Estados políticamente inestables, donde tanto la democracia-liberal capitalista como el comunismo-leninismo intentaban arraigar y expandirse ideológicamente. Un hecho político internacional que supuso la necesaria configuración de la izquierda venezolana.
La dictadura de Juan Vicente Gómez, que duró desde 1908 hasta 1935, marca un antes y un después en el origen de la izquierda en Venezuela. Los movimientos estudiantiles fueron clave en la lucha contra la dictadura, de donde saldrían políticos de especial relevancia en la posterior configuración de partidos políticos de izquierda en Venezuela. Por ejemplo, Rómulo Betancourt, líder y fundador de Acción Democrática, partido fundado en 1941 y de enorme relevancia en el pacto de Puntofijo y en la política bipartidista venezolana de la segunda mitad del siglo XX.
La izquierda venezolana tiene su origen en el rechazo y la lucha contra el gobierno de Juan Vicente Gómez. Un gobierno que viraría su política internacional a Estados Unidos como uno de los principales socios comerciales tras las desavenencias del anterior gobierno de Cipriano Castro. En cualquier caso, es contra Juan Vicente Gómez, el motivo del alzamiento ideológico izquierdista. Si Acción Democrática se fundó en el 41, diez años antes lo hizo el Partido Comunista de Venezuela, concretamente el 5 de marzo de 1931. Aunque tuvieron que esperar hasta 1945 para su legalización. Curiosamente el mismo año que termina la Segunda Guerra Mundial, donde la Unión Soviética sale no solo como gran potencia victoriosa, sino también como la portadora de una ideología pujante a nivel internacional, el comunismo.
Juan Vicente Gómez
Y es que la Guerra Fría supuso un conflicto de influencias ideológicas más que un enfrentamiento directo en el campo de batalla. Estados Unidos llevaba ya décadas intentando influir en las economías y en los mercados latinoamericanos. Veían a sus vecinos del sur como socios comerciales primordiales y prioritarios. Pero las inestabilidades políticas y económicas en sociedades con instituciones poco maduras para la democracia-liberal hicieron que surgieran movimientos, organizaciones y partidos políticos a favor de un comunismo soviético que, obtenía un desarrollo incluso mayor que los países capitalistas en la economía de la postguerra mundial, además de una resdistribución de la riqueza. Aunque esto, como se vio, fue solo en la inmediata posguerra.
En Venezuela, la izquierda de la década de los años 40 se podía dividir en socialdemócratas y en partidarios de la izquierda radical comunista. Es decir, en Acción Democrática y en el Partido Comunista de Venezuela, respectivamente. Acción Democrática llega al poder en 1945 en apoyo de un golpe de Estado militar, pero los mismos militares lo derrocan en 1948. Es aquí donde comienza la dictadura del general Marcos Pérez Jiménez de 1948 a 1958. Por supuesto, los partidos políticos quedaron ilegalizados además de sufrir una dura represión. Habría que esperar hasta 1958 para que se produjera un nuevo levantamiento militar y se firmara el pacto de Puntofijo. Un acuerdo entre Acción Democrática, un partido de izquierdas socialdemócrata; el COPEI (Comité de Organización Política Electoral Independiente), un partido demócrata cristiano; y la URD (Unión Republicana Democrática), partido de centro izquierda.
El pacto de Puntofijo supuso un acuerdo para la estabilización de la política gubernamental, social y económica de Venezuela después de dictaduras y levantamientos militares. El Partido Comunista de Venezuela, quedaría excluido de dicho pacto por razones ideológicas. También abandonaría el pacto URD en 1960 tras desacuerdos por la política exterior respecto a la Revolución cubana. Esto hizo que en 1973 -sí, el año en que se derrocó a Allende en Chile- se consolidara el bipartidismo en Venezuela en torno a Acción Democrática y el COPEI. Un bipartidismo que fue evolucionando a una ideología centro-derecha más pragmática que doctrinaria.
Pero como hemos dejado entrever, la coyuntura internacional juega un papel fundamental no solo en los niveles materiales de riqueza sino también en las ideas políticas que se puedan importar del exterior. El pacto de Puntofijo supuso la estabilización de un sistema que pudo haber caído -nuevamente- en manos de una dictadura militar, o en favor de una guerrilla comunista. Tal fue así que en 1962 surgió un movimiento revolucionario guerrillero derivado del sector más radical del Partido Comunista de Venezuela.
Hugo Chávez
Aunque, como se vio, fueron las condiciones internacionales en contexto de Guerra Fría las que hicieron surgir el pacto de Puntofijo, así como también fueron las mismas condiciones foráneas las que hicieron perecer el bipartidismo venezolano derivado del pacto. Se terminó con Chávez en 1998, pero el principio del fin tuvo lugar con “El Caracazo”. Una de las grandes revueltas de la historia de Venezuela contra el endeudamiento y los recortes sociales, contra la caída de renta del petróleo, contra el desabastecimiento, etcétera. Todo ello sumado a unas políticas neoliberales derivadas del “Consenso de Washington” que no eran bien percibidas como método a la solución del problema. Es aquí donde se inserta el populismo izquierdista chavista, que poco tenía que ver con políticas socialistas post Unión Soviética. Una izquierda encarnada en la figura del propio Chávez que ante todo era nacionalista e intervencionista. Y que más adelante viraría a lo que se denominó “Socialismo del siglo XXI”.
Si en el origen de la izquierda venezolana está la dictadura de Juan Vicente Gómez; si el Puntofijo sirvió para mediar entre las políticas bipolares de la Guerra Fría (EEUU vs URSS); la actual República Bolivariana de Venezuela es el resultado de una reacción populista del chavismo que creía representar al pueblo venezolano contra unas políticas económicas extranjerizantes, y por supuesto, lejos de una democracia liberal y parlamentaria de partidos.
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