La realidad social

por | ACTUALIDAD

La realidad, y sobre todo la realidad social, es un proceso de construcción social que llevamos a cabo entre todos y cada uno de los ciudadanos mediante el lenguaje. Las ideologías políticas y nuestra percepción sobre el bien o el mal social es un proceso de creación, y por tanto, concepciones como el feminismo también lo son.

Beso Luis Rubiales y Jennifer Hermoso

Beso Luis Rubiales y Jennifer Hermoso

A día de hoy, nos vemos inmersos y sometidos a una gran cantidad de información y juicio, que hace que construyamos una realidad social. La información acerca de la política y la actualidad fluye por nuestra vida cotidiana y es parte activa y pasiva de ella. Podemos ver un hecho acaecido en Australia, en la final del Mundial de fútbol femenino, por ejemplo, y percibir una situación dada de una u otra manera, como el beso de Luis Rubiales a Jennifer Hermoso, por ejemplo. Si observando la misma imagen -exactamente la misma- pero con diferentes ojos, somos capaces de obtener una u otra conclusión, qué no seremos capaces de hacer, si para más inri, tales imágenes han sido manipuladas.

En cualquier caso, lo que se pretende a través del presente artículo, es dilucidar cómo a través del lenguaje, los seres humanos en sociedad somos capaces de establecer aquello que es o no real. Es decir, a través del lenguaje podemos establecer el que Luis Rubiales sea un “agresor sexual” o no. Y que Jenni Hermoso, haya podido ser víctima de una agresión, de un error sin justificación, o incluso también que tal beso haya sido o no consentido -implícita o explícitamente-.

Lo que está claro es que, a través de las imágenes en fotograma o video, normalmente a través de los medios de comunicación y las redes sociales, vemos y/u oímos (sentimos-percibimos) una realidad que necesita ser interpretada. Es a través del lenguaje como interpretamos la realidad, expresamos, y damos sentido a aquello que percibimos, es decir, a aquello que percibimos por los sentidos. En este caso, por la visión y por el oído. En caso del famoso beso entre Rubiales y Hermoso, muchas de las interpretaciones son posibles. Que A levanta a B o que B levanta a A. Que B besa a A sin consentimiento, o por el contrario, B besa a A, porque A le da su consentimiento. Etcétera.

Entrega de medallas Mundial de fútbol femenino

Entrega de medallas Mundial de fútbol femenino

Por si fuera poco tal maremágnum interpretativo, hemos de recordar que incluso las leyes legisladas son interpretaciones de lo que se cree que es una realidad social. En este caso la ley del “solo sí es sí” u otra bajo la legislación australiana, no solo la interpretación de la norma es “interpretable” sino que además, la legislación y la aprobación de la misma fue debatida dialógicamente en los parlamentos en cuestión a fin de otorgar a la sociedad de una legislación acorde con la realidad -nuevamente interpretada- de la sociedad actual. Y es que cuando se estudia la sociedad, debemos tener en cuenta que las ciencias sociales no son para nada exactas, y la realidad se construye mediante la dialéctica y de ahí se configura el llamado “sentido común Aquello que es real significa que es verdad, por tanto, el que dice la auténtica verdad, tiene razón.

La palabra se establece como mecanismo y herramienta para transmitir a otros una realidad que nosotros estamos percibiendo -o incluso mucho peor, que queramos manipular algo que incluso no estamos percibiendo-, y que queremos que se convierta en ley universal siempre y cuando los demás también perciban el lenguaje de transmisión como lógico. Es decir, un lenguaje, una palabra lógica libre de contradicción y con coherencia. Entonces es cuando diremos, “tiene razón”. Lo que ocurre, es que tal transmisión de la realidad a través del lenguaje no es una simple transferencia, donde un individuo simplemente se dedica a trasmitir la realidad. Sino que somos los individuos los que interpretamos tal realidad a nuestro parecer y la trasmitimos como si fuera ley universal. Mientras que otros, esa misma “cosa”, la interpretan de forma diferente. ¿Pero, y esto por qué ocurre? ¿Qué es lo que realmente existe y lo que no?

Lo que vemos, o incluso mejor, lo que los demás dicen que vemos, puede no ser la realidad en cuestión. El beso de Luis Rubiales a la jugadora de fútbol puede suponer una “agresión sexual”, pero también puede no suponerlo. También puede suponer un beso efusivo e irracional sin ningún tipo de premeditación. Todo ello se debe al enfoque y al paradigma que adoptemos. Porque la realidad es subjetiva. Y lo que se ve, está sujeto a interpretación. A modo de ejemplo, las observaciones que realizamos los individuos y que a nuestro parecer, transmitimos posteriormente, está sujeto a nuestro conocimiento sobre el tema en concreto, a nuestra cultura y modos de vida arraigados en nuestra sociedad, a nuestra propia experiencia de vida y por tanto a nuestra forma de ver el mundo -nuestra socialización-, y también está sujeto a nuestra propia personalidad, prejuicios, estado emocional-psicológico, etcétera.

Por ejemplo, si miramos por un telescopio, aquellos que no dispongan del conocimiento necesario, verán pero no interpretarán absolutamente nada. Mientras que los que sí dispongan de la formación adecuada, podrán interpretar la realidad y además comunicarla a los demás de forma comprensible a través de códigos efectivos (lenguaje). En España, “un plato es un plato y un vaso es un vaso”, por supuesto. Pero si nos adentramos a tribus aborígenes del Amazonas o de Nueva Guinea Papúa, probablemente utilicen otros utensilios para comer y beber o lo llamen de otra manera.

También el feminismo está sujeto a interpretación. El feminismo surge con la Revolución francesa, pero incluso por aquella época no era ni de lejos conocido. El feminismo existe ahora con más fuerza, delimitación y conceptualización, fruto del progreso de las sociedades y de la ampliación de los derechos y libertades para los ciudadanos. Pero incluso dentro del feminismo existen corrientes e interpretaciones diferentes, tales como el feminismo radical, el cultural, el socialista o el liberal. Son construcciones sociales dialécticas. Al igual que el establecer el concepto de “agresión sexual” y ponerle a alguien la etiqueta de “acosador o agresor” y castigarle con tantos años de condena. Queremos que esto signifique esto y que conlleve tal cosa. Por ello, desde la Revolución francesa se ha ido contextualizando, conceptualizando y redefiniendo el feminismo para que tenga un significado coherente y tenga sentido para los que reciben el mensaje. Para una persona, sordo-muda por ejemplo, hemos de utilizar otro lenguaje diferente para transmitir la realidad del feminismo.

España, Campeona del Mundo 2023

España, Campeona del Mundo 2023

Y es que, el feminismo no podría entenderse fuera de la sociedad. Es un hecho social. Y de aquí se desgranan tres fases: la fase de institucionalización, la fase de legitimación, y la fase de socialización. Con la institucionalización los hábitos de los seres humanos en sociedad se vuelven rutinarios, típicos, se institucionalizan en conductas que el Estado permite a sus ciudadanos. Es decir, se legitiman. Como en los casos ampliamente aceptados de violencia de género con la legislación actual. Posteriormente esta legitimación pasa de padres y madres a hijos e hijas y a la sociedad en general para producir en los sujetos desde niños una socialización y por tanto, una internalización de la realidad. La realidad es objetiva en tanto en cuanto nosotros a través del lenguaje hacemos que así lo sea.

Esta socialización exporta unos valores ampliamente aceptados por la sociedad. Unos valores que se han conformado a través de la palabra para establecer lo que es feminismo y lo que no es feminismo. Y van pasando socialmente (socialización) de generación en generación. La verdad, lo real -en cuanto al feminismo- se va volviendo ley universal, y con ello una realidad objetiva. Pero esta realidad objetiva sobre el feminismo tiene que ver con tantos siglos de sufrimiento e injusticias para las mujeres. Que hace que la opinión mayoritaria en las democracias y en la era de la información y la comunicación se vuelva no solo objetiva, sino dogmática. ¿Quién puede estar en contra de tan semejante injusticia a través de los tiempos inmemoriales? Asistimos al poder de la opinión de la mayoría.

A día de hoy estamos en constante e instantánea comunicación e interacción. Obtenemos cualquier tipo de información sobre cualquier tipo de hecho social, y además, lo interpretamos y lo reinterpretamos constantemente. También asistimos a una sociedad de consumo donde la información no solo es poder, sino que también es dinero. La información se utiliza como herramienta para adquirir recursos económicos a través de aquellos que consuman nuestro contenido digital, y que a su vez, puedan consumir los productos propagandísticos externos publicitados en nuestro contenido. Unas zapatillas, una camiseta, un perfume, un móvil, etcétera. De lo que se trata es de adquirir y obtener la atención del consumidor. Y si para ello tenemos que reinterpretar la realidad social una y otra vez en nuestras redes sociales y medios sobre el beso entre Rubiales y Hermoso, y darle a la gente lo que quiere, así lo haremos. Porque no olvidemos que las sociedades occidentales y modernas a día de hoy quiere expansión de derechos, y entre otras cosas, lo que la gente quiere es feminismo. Sea eso lo que sea. Los medios de comunicación lo saben y se vuelven más sensacionalistas con los ciudadanos.

El resultado es una excesiva información y interpretación de la realidad dialéctica donde la justicia social e incluso el derecho le será muy difícil ir en contra de la opinión mayoritaria. Tanto la clase política como los medios de comunicación se verán en la necesidad “económica” de seguirle el juego a la mayoría, a “la democracia”. Porque tal beso puede ser un “simple beso” o una “agresión sexual”. Y tal diferencia tiene consecuencias diferentes. Lo que realmente debemos de preguntarnos es si por tal acción, es justo y adecuado socialmente que un individuo pueda tener consecuencias penales.

Tenga la gente “razón” o no, es muy difícil ir en contra de opiniones tan mayoritarias a día de hoy. Los medios de comunicación lo saben. Y en muchas ocasiones solo tratan de comercializar una información que sea rentable y bien vendible. Y en muchas ocasionas la realidad mostrada es tergiversada tanto por la clase política y mediática como por los mismos ciudadanos. En aras de sacar algún tipo de rédito. También identitario e incluso inconsciente. Es necesario configurar la realidad por medio del diálogo, pero del diálogo pausado y razonado. Debemos dejar de lado la emocionalidad y dirigirnos hacia una palabra que esté bien fundamentada y libre de contradicciones e incoherencias. Si Rubiales debe ser condenado penal y socialmente porque así debe ser, que así sea. Pero que sea así para todos y cada uno de nosotros. Existen precedentes con personajes públicos donde no se ha llevado a cabo tal juicio social, y por ende, nuestra realidad corre el riesgo de ser contradictoria y carecer de toda lógica.