Los atentados contra las Torres Gemelas del World Trade Center de Manhattan en Estados Unidos supusieron un golpe contra el capitalismo occidental, en base a unos resentimientos y frustraciones islamistas desde el siglo XIX, acrecentándose con el final de la Guerra Fría.

Torres Gemelas, World Trade Center, New York

Torres Gemelas, World Trade Center, New York

Y es que, los atentados del 11-S en New York fueron un golpe inesperado por medio de Al-Qaeda, que buscaba un régimen político identitario para Oriente Próximo basado en el Islam como fuente de poder divino. Pero tales actos terroristas tuvieron lugar una década después de que finalizara la Guerra Fría. Fueron una concatenación de hechos y situaciones históricas basadas en el conflicto entre el occidente católico, y entre una región musulmana en que no solo pugnaba por hacer valer sus valores culturales e identitarios, sino que, con la creciente industrialización desde el siglo XIX, sentía una imposibilidad de desarrollo en favor de un capitalismo occidental imperialista. Pero para llegar hasta el 11 de septiembre de 2001 es necesario retroceder hasta la segunda mitad del siglo XIX, y sobre todo ver qué ocurrió a partir de la Primera Guerra Mundial.

Como punto de partida tomaremos el imperialismo europeo del siglo XIX, y especialmente el imperialismo inglés de tal siglo, pues los británicos fueron los que más influencia ejercieron en Oriente Medio. Pero no por ello, se debe dejar de tener en cuenta el conflicto histórico entre el cristianismo y el islam. Como en la época de las cruzadas, por ejemplo. Y es que, en la segunda mitad del XIX, como reacción a la expansión europea en África y Asia, surge un movimiento panarabista -clásico- que promovía la unión política y cultural de todos los países árabes. Pero también surge otro panarabismo como resultado de la Primera Guerra Mundial. Concretamente con la disolución del gran Imperio Otomano, donde los europeos -especialmente Francia e Inglaterra- tenían especiales intereses imperialistas en la zona. Su enemigo, Turquía.

Existían algunos centros de resistencia turca una vez los otomanos cayeron y Turquía quedaba como heredera del imperio. Pues de lo que se trataba ahora era de configurar nacionalmente todo el vasto territorio de un imperio nacido a finales del siglo XIII. Esta resistencia era ejercida mayormente desde el Líbano, Irak, Siria y desde la península arábiga. Por ello, el acuerdo Sykes-Picot de 1916, establece que Francia se quedaría con el Líbano y Siria, mientras que Gran Bretaña poseería Irak y al menos el norte de la península arábiga. Para derrotar a los turcos, al menos en los reductos otomanos que quedaban en Medio Oriente, los ingleses se aliaron con los líderes de la península de arabia, concretamente con Hussein de Hedjaz, que aspiraba al gobierno de una nación árabe independiente. Pero a su vez, también Gran Bretaña prometía un Estado independiente judío en Palestina a través de la Declaración Balfour. En cualquier caso, Arabia Saudí, será una región de especial relevancia para comprender el auge del terrorismo islámico. Pues posteriormente, sus líderes quedarían ligados a occidente para establecer una estabilidad política. Además, necesario añadir, que Osama Bin Laden era saudí. Un multimillonario saudí que heredó una fortuna de los negocios de su padre en la construcción.

El auge del fundamentalismo islámico tiene su origen en el fracaso de proyectos nacionalistas árabes y socialistas. El panarabismo surgido una vez cae el Imperio Otomano, pretende ser laico y socializante. Tal corriente tiene se aglutina en torno al partido árabe Baaz, una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial. Sus objetivos son recuperar los valores árabes, además del nacionalismo y el socialismo. ¿Recuerdan la Guerra de Siria donde operaba el denominado  “Estado Islámico”? Pues tal gobierno sirio era del partido Baaz, el cual se constituye en la mayoría de los países árabes. Aunque el líder más importante surge en Egipto en 1954. Su nombre era Gamal Abdel Nasser. Líder nacionalista arabista y socialista, que puso en jaque a los ingleses y a los franceses, entre otras cosas, por nacionalizar el canal de Suez en 1956. Egipto, un país donde ya surgiría en El Cairo un resentimiento antioccidental durante la ocupación británica en el XIX.

Sayyid Qutb, ideólogo de los Hermanos Musulmanes

Sayyid Qutb, ideólogo de los Hermanos Musulmanes

Y también, un país de donde surgiría la Sociedad de los Hermanos Musulmanes en 1928 que pugnaba por un Estado islámico egipcio. Representantes del movimiento panislamista surgido a la par del panarabismo. Es decir, una sociedad fundamentalista islámica que nada tenía que ver con el laicismo de Nasser, y que por tanto, fueron perseguidos y encarcelados. Entre ellos, Sayyid Qutb, ideólogo de los Hermanos Musulmanes y posterior mártir del movimiento. Y Al-Zawahiri, principal filósofo doctrinario de Al-Qaeda, basándose en el pensamiento de Qutb, de la Sociedad de Hermanos Musulmanes. Una filosofía teológica basada en un panislamismo nacionalista anti occidental que chocaba con el panarabismo Baaz.

Por tanto, es aquí donde se produce la principal escisión en el mundo árabe en relación con el nacionalismo árabe. Uno nacionalista y socialista, y otro nacionalista y fundamentalista islámico. Ambos tienen su origen en un anti occidentalismo creciente desde el siglo XIX, que se irá incrementando después de la Primera Guerra Mundial. Pero es el movimiento fundamentalista el que se erige contra el fracaso nacionalista y socializante del movimiento Baaz. También ellos, querían un desarrollo estatal, pero un desarrollo islamista contra occidente, supuestamente los principales responsables del declive árabe. El problema viene cuando el socialismo cae en 1991 con la disolución de la URSS y con ello, conlleva a un vació doctrinario y de poder para construir un proyecto político. El capitalismo occidental, y los Estados Unidos como único polo de poder y representante del orden mundial, parece ser la única opción para una región desestabilizada.

La Guerra de Afganistán en 1979 tiene mucho que explicar al respecto. Pues si ya los países árabes tenían dificultades para instaurar un régimen socialista, y a causa de ello, el fundamentalismo islámico ya recelaba del tal doctrina, a finales de la década de los 70 la URSS intentó invadir Afganistán. Por ende, Estados Unidos se implicó en ayuda a los muyahidines afganos a través de la Operación Ciclón. En efecto, en aquella época, los fundamentalistas islámicos de Afganistán y los Estados Unidos eran aliados. Al igual que también lo eran Pakistán, Irán e Irak. Todos ellos en un contexto Guerra Fría y en contra de la URSS.

La Operación Ciclón supuso un gran desembolso de millones de dólares para los Estados Unidos. Llegando incluso a más de 600 millones anuales en concepto de armamento, reclutas, logística, etcétera. Para ello Arabia Saudí jugó un papel fundamental, siendo el intermediario de EEUU para canalizar dicha ayuda. Pero no solo los saudíes aportaban dinero procedente de la CIA, sino también de financiadores privados como bancos, empresas privadas, o personalidades tales como Osama Bin Laden. Fue este magnate heredero de una empresa constructora de origen yemení, quién creó una Oficina de Servicios Afganos que posteriormente se convertiría en Al-Qaeda en 1988.

Reagan con líderes muyahidines en La Casa Blanca

Reagan con líderes muyahidines en La Casa Blanca

Una vez finalizó la Guerra Fría, Estados Unidos tenía una especial fijación en la zona por sus recursos petrolíferos. Concretamente había una buena sintonía entre los americanos y Arabia Saudí respecto del petróleo. Además, también es necesario mencionar la Guerra del Golfo y la defensa norteamericana de Kuwait frente a Irak. Donde los Estados Unidos desplegaron tropas y actuaron desde Arabia Saudí, con consentimiento eso sí. Todo ello supuso un cambio de postura con la finalización de la Guerra Fría. Una vez el comunismo soviético fue derrotado, ahora el principal enemigo era el capitalismo occidental encarnado el EEUU. Y por ello, no es casualidad que los atentados del 11-S se dirigieran hacia el centro neurálgico de los norteamericanos, el World Trade Center.