Los Sofistas
Los sofistas tienen que ver con el desarrollo y la implantación de la democracia en la antigua Grecia. Los sofistas eran maestros en el arte de la preparación para la carrera política. En el arte de la dialéctica y de la persuasión. Algo que va intrínsecamente ligado a la democracia.
Expulsión de Roma de los sofistas
A día de hoy, podemos ver como algunos de los políticos más exitosos son auténticos maestros de la retórica y la dialéctica. No es que todos ellos tengan que ser necesariamente carismáticos y elocuentes. El hecho de que un político tenga éxito se debe a numerosos factores, tales como la suerte, la coyuntura política, el partido al que pertenece o las ideas que defiende en un momento determinado, etcétera. Pero lo que sí queda más claro, es que la palabra y el lenguaje los cuales configuran la realidad de los interlocutores, es una herramienta poderosísima que además está ligada con el pueblo, es decir, con la democracia. El hecho de que un líder o político pueda configurar con éxito la realidad de los ciudadanos, hace que éste sea ascendido a la categoría de ser superior.
Los sofistas lo sabían. Y entran en virtud de la vida práctica de la vida política. Se dedicaban a enseñar al pueblo todos los conocimientos adquiridos, por ello llegaban hasta Atenas desde todos los lugares de Grecia. El problema de la dialéctica sofista no es que a través de la razón, lo más objetivamente posible, intentaran enseñar pautas y herramientas elocuentes, es que tal persuasión no estaba supeditada a la verdad, y lo hacían en aras de una interpretación subjetiva de los hechos. Su tarea, como se ha explicado, estaba dirigida al saber ciudadano, a la práctica de la vida política y a la competencia dialéctica con otros ciudadanos en el seno de una “sociedad” democrática.
Anaximandro. Filósofo presocrático
Los sofistas cobraban por sus servicios. Sofista significaba “sabio”. Pero sabio en retórica y gramática, sobre todo. La experiencia sensible de los hechos quedaba en un segundo plano, por ello, no eran estudiosos de la física o la metafísica, derivando pues, sus conocimientos de una percepción relativista. La realidad era relativa, no absoluta. Es aquí cuando se abre la posibilidad de introducir una posible manipulación del lenguaje y de la realidad, cuando ésta es relativa, claro. Pues si la realidad es relativa, ¿todo vale? ¿todo? El asesinato, la violación, las dictaduras, la esclavitud, ¿todo? Es cierto que la realidad puramente objetiva no existe, y menos la realidad social. Pero que no exista ahora no quiere decir que no vaya a existir, quizás es que todavía no la hemos descubierto. Y que todavía no la hallamos descubierto no significa que no podamos asentar nuestros modos de convivencia bajo unos cimientos ampliamente comunes y objetivables, como puede ser por ejemplo, la preservación de la vida del individuo, quizás.
En cualquier caso, señalaremos aquí unos meros principios comunes a la filosofía sofista. Para ellos: la vida social que regía en las polis para nada tiene que ver con un derecho natural del ser humano, son meramente convenciones sociales, acuerdos sociales; el conocimiento es una mera opinión, no existen posturas dogmáticas; la cultura y la ética son relativas (esto quiere decir que cualquier ética o cultura es válida, también la esclavitud o “la ley del más fuerte”). Primero Sócrates y luego Platón se revelarán ante estos postulados y querrán establecer una serie de parámetros objetivos y universales. Una verdad universal.
Y es que, los filósofos presocráticos se caracterizaban por preguntarse por la naturaleza. Qué es la naturaleza. Es cuando se produce el famoso paso del mito al logos. De la mitología griega sobre el cosmos, al logos, es decir, el logos como lógica, como palabras libres de contradicción. Palabras lógicas para racionalizar el mito. O sea, el mito pasa al logos a través del razonamiento lógico de la palabra sobre el mito. Es aquí, donde se produce uno de los grandes problemas de la humanidad, que llega hasta hoy. Esta racionalización de la naturaleza, ¿es la única posible? Es el pensamiento de Platón, como padre de la filosofía eurocéntrica el único pensamiento posible para la organización y la interpretación no solo de la naturaleza sino de las sociedades? ¿Existen algunas otras a tener en cuenta? ¿Cuáles?
Tales de Mileto. Filósofo presocrático
En cualquier caso y sea la pregunta y la respuesta que sea, los sofistas pensaban y creían en el relativismo, en todas sus vertientes. Esto se debe, en parte, al fracaso de la filosofía anterior, la presocrática. Los intentos de establecer un conocimiento último del mundo fracasaron. Y los sofistas viraron hacia una filosofía práctica basada en el hombre y en los fines sociales dentro de una democracia. Una filosofía escéptica y relativa. Por la cual todas las posibilidades estaban servidas. También la injusticia.
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