Maquiavelo – Parte 1
Maquiavelo vive la época del renacimiento italiano, caracterizado por la recuperación del pensamiento clásico, de Grecia y Roma. Estamos en la Italia del siglo XV. El pensamiento ya no se basa tanto en aspectos teológicos sino que lo hace de forma autónoma.
Nicolás Maquiavelo
Geográficamente la península itálica es un territorio peculiar. El soporte de donde se expandió Roma. Está caracterizado por una división en 5 grandes unidades políticas: Ducado de Milán, la República de Florencia, la República de Venecia, el Reino de Nápoles y los Estados Papales. Es un territorio de lucha entre estas unidades y de atracción de potencias extranjeras. Esta Italia es de los primeros territorios en salir de la Edad Media: expandir su comercio, crear burgos, pluralidad de pensamiento, etcétera. Quizá ocupa el liderazgo intelectual de la Europa de entonces. No deja de haber una aspiración de Italia entre diversos autores, entre ellos Maquiavelo. Maquiavelo hacía de funcionario público. Desempeñaba labores diplomáticas, de asesoramiento jurídico a los magistrados, etc. De aquí Maquiavelo extraerá su conocimiento político. No estamos ante un filósofo, pero sí ante alguien que extrae conocimiento teórico de su experiencia práctica. Es un intelectual novedoso. Aunque deriva de su formación cierto carácter humanista.
Se le atribuye como fundador de la Ciencia Política por razones de objeto, método, contenido y por el pesimismo antropológico: El objeto de la reflexión política es el poder. Es el fundador de la cratología, la ciencia del poder. Se trata de reflexionar cómo un sujeto individual o colectivo puede conquistar, mantener e incrementar el poder. Tiene una consecuencia inmediata. La reflexión es autónoma, mediante unas técnicas, reglas, propias de ese ámbito. Tiene unos elementos internos. El poder tiene su lógica propia. El método que utiliza Maquiavelo es el de la experiencia, nutrida por la observación y el estudio de la historia. Son sus recursos para explicar su teoría.
En cuanto al contenido dirá Maquiavelo que la política va del estudio de las técnicas del poder. De los medios que se utilizan para obtener ese objetivo. Se pueden obtener a través de la racionalidad estratégica. Es la que detecta, identifica algunos recursos, como la astucia, etcétera., para alcanzar el poder. Existe una lógica medios y fines. Nuestra racionalidad se usa como instrumento para un fin determinado. Se denomina razón instrumentalista. El fin justifica los medios. Nos lleva a la separación entre ética y política. El político no busca el bien de la ciudadanía, pero busca la obtención del poder. La ética puede ser utilizada instrumentalmente para obtener poder, pero no forma parte de la reflexión política. Maquiavelo rompe con las concepciones anteriores teológicas. Se denomina realismo político.
Estatua de Maquiavelo en Florencia
En lo concerniente al pesimismo antropológico presenta una noción del ser humano por naturaleza al egoísmo. Todo ser humano en un determinado momento con poder e influencia tiende a corromperse. También la hostilidad, la beligerancia, y la soberanía, en cuanto el soberano es quien decide en el Estado de excepción. Argumenta que toda política debe partir de una concepción pesimista del ser humano. Es el pesimismo antropológico. La teoría política se pregunta cuestiones sobre la naturaleza pesimista o no, del ser humano. Esto determina el pensamiento, sobre la naturaleza humana, su pensamiento y la política. Conociendo la naturaleza humana es posible replantearse la concepción del individuo dentro de una sociedad, dentro de la política.
El Príncipe
Esta obra se presenta como un pensamiento de cómo conquistar o adquirir el poder. También de cómo mantenerlo e incrementarlo, aunque en segundo plano. El jefe de Estado que presenta Maquiavelo es una figura fundacional pensada en un momento de crisis política, de cambio de régimen. En este sentido el Príncipe es quien diseña la nueva arquitectura social incluyendo aspectos de la moral, la cultura, la religión, economía, etcétera. La integridad de la constitución material de una comunidad política se deriva de la propuesta de este soberano. Ante el Príncipe nos encontramos ante una teoría que anticipa el perfil del soberano en el contexto del absolutismo político (monarquía absoluta), que es quien acapara todas las facultades de poder. Maquiavelo presenta una teoría del soberano absoluto. El Príncipe está por encima pues, de la ley. Y también de las costumbres de la sociedad, que tampoco está subordinado a ellas. Maquiavelo se dirige a esta figura de crisis que configura un cambio de sistema político. El Príncipe es el destinado al poder, es el primero en la línea sucesoria al reinado, es una especie de manual al futuro líder, sobre cómo ser un buen gobernante.
Los dos atributos básicos es la combinación de fuerza y astucia. Aquí es donde se ejerce que el fin justifica los medios. Puede ser injusto, cruel, asesinar para conseguir sus fines, pero si recurre a estos medios inmorales, ha de hacerlo con astucia. Utiliza la racionalidad estratégica sin importar los medios para conseguir sus fines, a través del secreto y simulación. Este tipo de ejercicio del poder es un arte. No se puede aprender sino en la propia práctica de su ejercicio, por ello es un arte. Un ejemplo sería, cuando se pregunta si es mejor ser amado o temido, qué es lo que más le beneficia. Maquiavelo contesta que es mejor ser temido, ya que el temor se retiene en la memoria. Al mismo tiempo también argumenta que qué es mejor si ser amado u odiado. El odio sería el indicador por el cual el gobernante inteligente no debería de sobrepasar el punto para ser odiado.
El concepto de Virtù es el concepto nuclear de la política práctica de Maquiavelo. El elemento definitorio por el que se puede enjuiciar a un líder es su capacidad de Virtù en este sentido. Es un concepto político. Es una especie de sucedáneo de la sabiduría Aristotélica, de la toma de decisiones racionales orientada a la vida práctica. Es una mezcla de fuerza y valor, de capacidad de estudio y estrategia, de autocontrol, de adaptabilidad, incluso incorpora un punto de voluntarismo decisorio. Este concepto se entiende mejor con el concepto de Fortuna. Es un concepto que tiene que ver con lo inesperado, aquello que desconocemos y que nos depara el futuro. Lo imprevisible. Lo cambiante. La Virtù sería la habilidad donde el estadista puede hacer gala para superar la Fortuna. Si una persona consigue hacerse con el poder, desde el punto de vista maquiavélico, lo habrá conseguido a través de la Virtù. Será considerado como virtuoso.
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