Teorías del valor de un bien

por | ECONOMÍA

El valor de un bien o servicio ha sido motivo de disputa y controversia por parte de la historia económica. ¿Qué es lo que determina el precio? ¿Por qué las cosas tienen un valor y no otro?

División del trabajo. Edad Media

División del trabajo. Edad Media

A día de hoy nos vemos inmersos en innumerables variaciones de precios que hacen determinar nuestra calidad de vida de forma realmente relevante en la configuración de nuestro presente y de nuestro futuro. Lo que hoy puede valer 5€ la semana que viene puede costar cinco veces más. Si hoy podemos repostar a 1€ el litro de combustible la semana que viene bien podría valer 2€ el litro, haciendo que nos sea el doble de caro desplazarnos con nuestro vehículo y por tanto limitar nuestro margen de maniobra de movimiento y también nuestra vida en general.

La economía moderna hiperglobalizada en forma de finanzas y números digitales hacen que el conocimiento que tengamos sobre tal actividad sea cada vez más dificultoso, controvertido y poco claro. Por ello, es importante tener en cuenta que el dinero simplemente sustituye a lo que se pueda hacer con él. Por cuál bien o servicio se pueda intercambiar. El dinero se creó para hacer más sencillo el intercambio. Si un individuo poseía ovejas y otro trigo, el intercambio se dificultaba si por las coyunturas del momento el individuo de las ovejas quería 1 kilo de trigo pero el precio del momento establecía que ese kilo era intercambiable por media oveja y no por una entera, cuando el individuo que quería obtener trigo solo estaba interesado en 1 oveja y además viva, por ejemplo. Con la creación del dinero, se podían establecer proporciones reales fluctuantes y por tanto facilitar el trueque.

Para esclarecer cuál es el precio de un producto (bien o servicio) existen varias teorías que a su vez derivan de dos: la teoría del valor objetivo (valor-trabajo) y la teoría del valor subjetivo. Respecto a la primera, ha sido defendía por pensadores como Aristóteles (aunque adaptada al contexto clásico, claro), Adam Smith o David Ricardo, entre otros. Significa que el valor de un producto deriva de la cantidad de trabajo empleado y de los costes de producción que se han tenido que pagar para la producción del producto en cuestión. Es decir, el tiempo y el esfuerzo empleado para la producción.

Recolección. Edad Media

Recolección. Edad Media

Respecto a la teoría del valor subjetivo, indica que el valor de un producto está determinado por la percepción subjetiva de los individuos. Fue defendida por autores como Carl Menger, fundador de la Escuela Austriaca de Economía. Es el valor que los consumidores atribuyen a un bien debido de su escasez y utilidad. Debido del deseo que los consumidores tengan para adquirir y utilizar el producto. Es decir en relación a la oferta y a la demanda, cuanta más demanda exista más costará ese producto. Ya podemos trabajar toda nuestra vida en un producto y emplear tantos medios de producción como sean posibles que si ese producto no es demandado por nadie valdrá cero. Si por otro lado, somos capaces de crear un producto novedoso e innovador capaz de atraer la atención de la gente para ser consumido, ese producto valdrá lo que la gente esté dispuesta a pagar respecto a la oferta y a la demanda. Es decir, de acorde al interés de compra y de venta.

Explicado así, seguramente el lector perciba la demoledora victoria de la teoría subjetiva del valor, reflexionando el porqué de la primera teoría, la del valor-trabajo. Karl Marx, pensador en la antípodas respecto a Adam Smith también se unió a la teoría del valor-trabajo. Pero bajo premisas éticas opuestas a las de Adam Smith. Para Smith, el precio de un bien no solo estaba condicionado por la cantidad de trabajo, sino también por la utilidad que los individuos atribuían al producto. Un valor de uso también subjetivo, claro.

Mientras que Marx, opinaba que el valor-trabajo era el empleado en el sistema capitalista para explotar al trabajador. Este valor objetivo era el usurpado al trabajador a través del concepto de plusvalía, por el cual el empresario se adueñaba de parte del salario que el trabajador producía con su trabajo, y al que solo se le pagaba una pequeña parte necesaria para su subsistencia. Es decir, el trabajador empleaba una cantidad de trabajo que a su vez se relacionaba con unos costes de producción tanto aportado por el empresario como por el trabajador (costes abstractos como el tiempo, etcétera).

Posteriormente Marx también reconocía que el valor de un bien estaba influido tanto por el uso como por el valor de cambio en el mercado, lo que conllevaría a aceptar parte de la teoría subjetiva del valor. Pero en este caso Marx comparaba ambas teorías para construir una crítica al capitalismo y a la explotación de la clase trabajadora.

Ahora bien, ¿cómo se determina realmente el precio de un bien? Normalmente cuando tenemos dos teorías antagónicas o incluso más de una, lo más certero es no descartar ninguna de ellas. Como hemos explicado anteriormente de nada sirve producir algo si no es demandado por nadie. Pero si es demandado de forma moderada digamos, no es lo mismo que se emplee una cierta cantidad de trabajo y costes de producción que otra. Es aquí donde entra el concepto de productividad. La productividad es la cantidad de trabajo y costes empleados para producir un bien o servicio. Una relación inversa. A menos cantidad de trabajo y costes y mayor cantidad de productos producidos mayor productividad. Esto es teoría valor-trabajo. Cuanto más productivos somos más capacidad tendremos de reducir el precio final. Aunque este finalmente se ajuste respecto a la oferta y la demanda, respecto a la teoría del valor subjetivo. A igual producto, en un mismo mercado, pero con una productividad diferente, más competitivo y exitoso será aquel que sea capaz de ser más productivo.